Durante la ocupación italiana de Etiopía (1935-1942), fueron numerosas las atrocidades que los invasores fascistas cometieron contra la población civil. Sin embargo, quizá la más atroz se ejecutó entre el 19 y el 21 de febrero de 1937, cuando una bacanal de sangre, muerte y destrucción arrasó Addis Abeba como respuesta a un fallido complot contra el Virrey italiano Rodolfo Graziani.

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