Cultura etíope y eritrea

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La tierra de Punt (Podcast 6 de «La Biblioteca de Tombuctú» – THDT)

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Este artículo ha sido elaborado para la sección La Biblioteca de Tombuctú del programa de radio Tras las Huellas del Tiempo. Puede escuchar el podcast aquí:

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Punt, Pwnt, Pwenet o Pwene es el nombre egipcio que recibe una tierra, aún hoy no identificada pero seguramente africana, que era conocida en el país de los faraones por su abundancia en oro, plantas aromáticas, marfil, ébano y esclavos. Muchos estudiosos han sugerido que, tanto por los productos ofrecidos como por su posible ubicación, las referencias egipcias a Punt sean los testimonios escritos más antiguos que tenemos sobre el Cuerno de África.

El debate sobre a qué región actual se corresponde la antigua Punt sigue provocando un intenso debate entre los especialistas, ya que no existen evidencias arqueológicas o documentales de la presunta cultura puntita más allá de los registros egipcios.

Las primeras referencias egipcias a Punt datan de la quinta Dinastía, cuando gobernaba el faraón Sahure. También existe una narración egipcia, datada en la época del Imperio Medio, llamada el Cuento del Náufrago, en la que se relata cómo un tripulante de un navío naufraga en una isla mágica localizada en el Mar Rojo, encontrándose con una serpiente que se hace llamar la Señora de Punt. Cuando finalmente es rescatado, la serpiente le regala productos típicamente puntitas.

La expedición de Hatshepsut

Sin embargo, la referencia más célebre a Punt la encontramos en los relieves del templo mortuorio de la reina Hatshepsut (1473 – 1458 a.C.) en Deir el-Bahari. Junto a la información escrita, ciertamente importante, estos relieves destacan porque, además, podemos contemplar los barcos empleados en la expedición y los productos que se trajeron a Egipto.

Relieve de Punt

Relieve del Templo de Deir el-Bahari con la expedición a Punt. Fuente: www.ethiopianhistory.com

La expedición comenzó con un recorrido terrestre desde el valle del Nilo hasta el puerto de Sww (Mersa Gawasis), donde empieza el viaje en barco hacia el sur. Una vez que llegan a Punt, los expedicionarios son recibidos por el jefe puntita Parahu y su mujer Atiya, los dos únicos nativos de quienes se nos da los nombres. Además de adquirir oro, ébano y mirra a cambio de cerveza, vino, pan y carne, los egipcios también se llevaron plantas enteras de mirra para trasplantar en los jardines situados frente al templo de Deir el-Bahari, junto con ganado, babuinos, monos o pieles de leopardo.

Tierra de Punt - Viviendas

Es especialmente importante la imagen del país de Punt que aparece en los relieves de Deir el-Bahari. El elemento dominante de la escena es el desierto, situado en el interior, quizá no demasiado lejos del poblado representado, que se haya ubicado en una zona más fértil a juzgar por los árboles y animales representados. También se aprecian grandes cantidades de reses, lo que nos indica el carácter eminentemente ganadero de este pueblo. Las viviendas de los puntitas eran cabañas con forma de horno, presumiblemente hechas de mimbre, que estaban separadas del suelo por pilotes, quizá para guarecer el ganado ahí o para protegerse de las fieras, o bien por hallarse en una zona pantanosa. Se podía acceder a las viviendas a través de escaleras.

Posteriormente se seguirán realizando transacciones comerciales entre Egipto y Punt, si bien ninguna la tengamos tan bien documentada como la de Hatshepsut. El último testimonio egipcio de una expedición a Punt data del reinado de Ramsés III, tras cuyo reinado cesan las relaciones entre ambas tierras por el comienzo de la decadencia egipcia.

La ubicación de Punt: ¿un misterio irresoluble?

Pero… ¿dónde estaba Punt?  Una de las pocas certezas que tenemos es que Punt era accesible sólo por barco. Descartado el Mediterráneo, en cuyas orillas no se produce ninguno de los productos citados por las crónicas egipcias, desde Egipto sólo hay dos vías navegables que nos permitieran acercarnos a áreas donde abunden el marfil, el ébano o los babuinos: el Mar Rojo y el río Nilo.

Tras descartar también el Sur de Arabia (1) -allí no hay ébano ni marfil-, la ubicación africana de Punt es la más plausible. No se puede descartar la idea de que Punt sea, más que un lugar en concreto, el nombre que daban los egipcios a cualquier territorio que les proveyera de los productos considerados tradicionalmente “puntitas”.

Mapa de Punt 4

Hasta hace poco, se creía que Punt se encontraba en la costa del norte somalí (2), teoría ahora desechada. El reciente análisis genético de los babuinos momificados procedentes de Punt nos confirma no sólo su origen africano, sino que estarían relacionados con poblaciones actuales de simios de las actuales Eritrea y Etiopía.

La ubicación más posible de Punt sería, pues, la costa eritrea desde, aproximadamente, el golfo de Tadjoura hasta las cercanías meridionales de la ciudad de Port Sudan (3), una región desértica pero desde la que se puede acceder con facilidad a los bienes listados por los registros egipcios. En cualquier caso, sigue sin ser un emplazamiento aceptado por todos los estudiosos.

No podemos terminar de hablar de las posibles ubicaciones de Punt sin mencionar, al menos, la teoría del profesor Fattovich, que es la única que aporta evidencias arqueológicas. Él ha excavado en diferentes puntos de la región del delta del río Gash (4), cercana a los montes Kassala, en la zona fronteriza entre Sudán y Eritrea, sacando a la luz restos de una cultura sedentaria  de entre el tercer y segundo mileno antes de Cristo que mantuvo estrechos lazos comerciales con Egipto. Aunque la posibilidad de identificar a la cultura del Gash con Punt sea tentadora, es complicado relacionar su emplazamiento con los relatos de los viajes egipcios, ya que éstos normalmente accedían a Punt a través del Mar Rojo, mientras que la región del Gash es solamente accesible remontando el Nilo.

Para concluir, cabe preguntarse si alguna vez encontraremos esta mítica tierra o si no será más bien el nombre genérico que los egipcios le daban al África Subsahariana. Quizá en el futuro lo sepamos…

Excelente acogida al primer curso de Introducción a la Cultura Etíope en el IBO de Madrid

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El profesor Mario Lozano Alonso en un momento de la segunda sesión.

Durante cuatro semanas, la delegación matritense del Instituto Bíblico y Oriental acogió su primer curso de Introducción a la Cultura Etíope, al cual se inscribieron 23 personas. Las clases se celebraron en el Instituto Superior de Pastoral.

Los alumnos pudieron introducirse en la geografía del país, la evolución histórica de los reinos de D’mt, Aksum y las dinastías medievales, las ricas tradiciones religiosas de cristianos, musulmanes y judíos etíopes, y el espectacular arte etíope desde sus orígenes, hace 2.500 años.

El próximo año prepararemos una nueva actividad de cuatro días para el IBO de Madrid, si bien ya más enfocada en un aspecto en concreto de la rica cultura etíope. El tema elegido será anunciado en septiembre de 2016.

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Imagen de la cuarta sesión, dedicada al arte etíope.

Curso online de Historia de África Subsahariana Precolonial en el CEPOAT de la Universidad de Murcia (Del 1 de enero al 31 de marzo de 2016)

Cartel CEPOAT

A partir del 1 de enero de 2016 comenzamos una nueva andadura: el primer curso completamente online de Historia de África Subsahariana Precolonial, el cual impartiremos en el CEPOAT de la Universidad de Murcia. A continuación pasamos a indicar las características del curso. La programación puede descargarse en este enlace.

Presentación del curso

La historia del África Subsahariana es una gran desconocida entre el público español, en particular, y el europeo, en general. Por ello, consideramos necesario y útil para la sociedad la impartición del presente curso, dada la escasa oferta de formación en el área existente actualmente en el panorama académico español, a pesar de la creciente demanda de numerosos particulares e instituciones. El curso está abierto a todas aquellas personas que deseen formarse en este ámbito, si bien está especialmente enfocado a estudiantes del área de Humanidades, principalmente de los grados de Historia, Historia del Arte y Geografía, dada la estrecha relación que existe con los contenidos que estudian. Hoy por hoy, los planes de estudio de las universidades españolas apenas incluyen contenidos referidos a la historia de un continente que se halla a sólo 14 kilómetros de la península ibérica. Asimismo, creemos que este curso puede ser útil para el profesorado vinculado a las Ciencias Sociales, ya que la actual multiculturalidad existente en la sociedad y las aulas españolas hace deseable que conozcan los rudimentos de la rica historia africana.

Datos básicos

Profesor: Mario Lozano Alonso

Modalidad de la actividad: VIRTUAL

ECTS: 3 créditos (equivale a 75 horas)

Número de alumnos: mínimo 10 / máximo 12

Precios públicos: 60 €

Plazo de matrícula: del 1/12/2015 al 26/12/2015

Plazo de solicitud de beca: del 1/12/2015 al 26/12/2015

Lugar de presentación de matrícula on line: CASIOPEA

Email de contacto: cepoat@um.es

Teléfono de información: 666125197 — 0034 868883890

Destinatarios

Profesionales y estudiantes de Historia, Arqueología, filología, alumnos y profesionales de licenciaturas y diplomaturas relacionadas, así como cualquier personas interesadas en el tema.

Temario

1 – Introducción y geografía.

1.1. Justificación del curso. 1.2. Geografía de África. 1.3. El estudio del pasado del África Subsahariana: una visión general.

2 – Nubia: de Kerma a los reinos coptos.

2.1. El medio geográfico. 2.2. Primeras culturas y el reino de Kerma. 2.3. El reino de Kush. 2.4. Los reinos coptos hasta la conquista mameluca

3 – De Aksum a Etiopía: el Cuerno de África.

3.1. Antes de Aksum: los sabeos y D’mt. 3.2. El reino de Aksum. 3.3. La época oscura y los Zagwe. 3.4. El imperio salomónida. 3.5. Los somalíes: nómadas y marineros..

4 – Los imperios sahelianos (I): Ghana y Malí.

4.1. El sahel: un ecosistema único y extremadamente frágil. 4.2. Formación y desarrollo del imperio de Ghana. 4.3. Los Nok. 4.4. El imperio Malí. 4.5. Entrada y desarrollo del Islam en la región.

5 – Los imperios sahelianos (II): Songhai.

5.1. Songhai, el imperio de los askia. 5.2. La conquista marroquí de Songhai. 5. Kanem Bornu, los señores del lago Chad. 5. Las ciudades-estado hausa.

6 – Culturas de la selva del Golfo de Guinea

6.1. El medio geográfico. 6.2. Los akan y el imperio Asante. 6.3. Las ciudades yoruba. 6.4. La ciudad de Benín. 6.5. El reino de Dahomey.

7 – El reino de Congo.

7.1. El reino de Congo. 7.2. Los reinos de Tio, Loango y Ndongo. 7.3. El sistema político luba y lunda.

8 – Las ciudades-estado swahili.

8.1. La costa de Azania y el mundo mediterráneo en la Antigedad. 8.2. Los swahili: marineros y comerciantes. 8.3. Las ciudades swahili y su desarrollo histórico.

9 – El Gran Zimbabwe y el África Austral.

9.1. El Gran Zimbabwe: una cultura minera y comercial. 9.2. El Imperio Monomotapa. 9.3. Otras culturas del África Austral.

10 – Madagascar.

10.1. Introducción geográfica. 10.2. Los orígenes de los malgaches. 10.3. Primeros estados. 10.4. La unificación del reino de Merina

Observaciones

Para la realización de los curso hay que inscribirse y/o matricularse a través de la plataforma CASIOPEA, así como crear una cuenta para el Aula Virtual del CEPOAT a través de el área de registro de nuevo usuario: http://www.um.es/cepoat/aula/login/signup.php

Para el pago se requiere seguir los siguientes pasos:
Una vez formalizada la matrícula en CASIOPEA podrá realizar el pago mediante tarjeta de crédito, banca electrónica, recibo en Ventanilla y transferencia.
– El pago con tarjeta se realiza con el acceso desde la misma matrícula en CASIOPEA.

– El pago mediante banca electrónica deberá realizarse mediante la introducción de los datos del recibo obtenido en CASIOPEA. Son: Emisora – sufijo, Referencia, Identificación, Importe.

– El pago en ventanilla o pago en efectivo deberá realizarse mediante la personalización en alguna de las sucursales que tienen acuerdo con la universidad de Murcia, es decir, Santander, CajaMurcia, CAM y CajaMar.

– El pago mediante Transferencia deberá realizarse de la siguiente manera indicando necesariamente el concepto de ingreso:
Concepto: «RECIBO: (Indicar los 13 dígitos que tiene la referencia del recibo)» y dirigirla a la siguiente cuenta: ENTIDAD BANCARIA: Cajamar CUENTA: 3058 0361 36 2731000038
DOMICILIO: C/Marqués de los Vélez, 36, esq.  C/ Abenarabi 30008 Murcia
Para el pago Internacional**:
IBAN: ES1530580361362731000038 BIC/SWIFT: CCRIES2A Titular: UNIVERSIDAD DE MURCIA (C.I.F. Q3018001B) Domicilio: Avda Teniente Flomesta, 5 – 30003 – Murcia
**Debéis ir a un banco principal de vuestro país, ya que si vais a uno intermediario se producen dos comisiones y por consiguiente pago incompleto del curso, lo que conlleva realizar una segunda transferencia.

Excepcionalmente se admitirá el pago de la matrícula mediante Western Union, únicamente si no es posible la realización del pago internacional y previa comunicación con el CEPOAT para la autorización del proceso.

La reina Nzinga Mbandi de Ndongo y Matamba (Podcast 4 de «La Biblioteca de Tombuctú» – TDHT)

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Este artículo ha sido elaborado para la sección La Biblioteca de Tombuctú del programa de radio Tras las Huellas del Tiempo. Puede escuchar el podcast aquí:

En el año de 1560 una flota portuguesa arribó por primera vez a la desembocadura del río Kwanza (Cuanza), en la costa de la actual Angola, que por aquel entonces pertenecía al reino Ndongo, el cual englobaba a la etnia mbundu. Paulo Dias de Novais, líder de la expedición lusa, pronto se interesó por la región, pensando que quizá pudiera albergar en sus entrañas vetas de oro y plata. Por ello, en 1575 fundó  la ciudad de São Paulo da Assunção de Loanda –la actual Luanda-, arrebatando a Ndongo su franja costera. A esa extensión de tierra le darían el nombre de Angola en homenaje al título del rey de los Ndongo, el Ngola.

Río Cuanza

El río Cuanza a su paso por Dondo, Angola. Fuente: Wikipedia.

Los portugueses no encontraron los metales preciosos que codiciaban, aunque se conformaron con un premio de consolación mucho más siniestro: pronto el villorio de Luanda se transformaría en uno de los mayores puertos de exportación de esclavos del continente.

La necesidad de capturar las ingentes cantidades de esclavos demandadas por las plantaciones brasileñas hizo necesario que los portugueses se internasen en territorio ndongo a través del valle del Cuanza. El rey Mbandi Ngola Kiluanji de Ndongo, harto de los abusos de los lusos, se enfrentó militarmente a ellos, hostigándoles desde 1580. El monarca tenía dos hijos: el mayor, llamado Ngola Mbandi, era de naturaleza endeble y envidiosa, mientras que su hermana Nzinga era carismática e inteligente y, además, había recibido una esmerada educación por parte de unos misioneros portugueses, lo que le permitió dominar su lengua.

A la muerte del rey, Ngola Mbandi subió al poder en 1617, pero, celoso de su hermana, ordenó asesinar a su único hijo. La guerra con los portugueses comenzaba a tomar el cariz de pesadilla sin fin, lo que exigió que el rey recurriese a la inteligente Nzinga a fin de negociar la paz.

Encuentro de Nzinga con el gobernador

Representación del encuentro entre Nzinga y el gobernador de Luanda. Fuente: Wikipedia.

Nzinga partió a Luanda a negociar un tratado de paz duradero, pero una vez allí el gobernador portugués intentó humillarla al hacer que compareciese ante él sentada en el suelo, algo que en la cultura mbundu sólo se hace con los subordinados. Ella, ni corta ni perezosa, ordenó a una de sus siervas que se pusiera a cuatro patas para que, a modo de escabel, la resuelta Nzinga pudiera sentarse frente al luso. Además, su hábil manejo de la lengua portuguesa impresionó al gobernador João Correia de Sousa.

Los portugueses trataron de obtener un fuerte tributo anual y el vasallaje de Ndongo. Nzinga rechazó esto, pero a cambio aceptó un nuevo trazado de las fronteras de su reino y ser bautizada en la fe católica con el nombre de Ana de Sousa. Corría el año de 1623.

Sin embargo, los portugueses no respetarán el tratado de paz. La guarnición del fuerte de Ambaca, cerca de la antigua capital, Kabasa, no es desmantelada, y pronto los mercenarios imbangala vuelven a saquear poblados enteros. El rey Ngola Mbandi se suicida –aunque hay quien cree que Nzinga ordenó envenenarlo-, lo que permitió a su hermana acceder al trono en 1624 con el nombre de Ngola Mbandi Nzinga Bandi Kia Ngola. La primera acción de la flamante nueva reina fue la conquista del vecino reino de Matamba, lo que fortaleció aún más su posición.

Mapa Angola

Mapa de la región angolana en los tiempos de Nzinga. Fuente: História Geral da África. UNESCO, 2010. Vol. V, p. 661.

La situación se volvió más favorable para el reino de Ndongo y Matamba en 1641, cuando los holandeses capturan el puerto de Luanda. La reina no duda en firmar con ellos y con el vecino reino de Kongo una alianza contra Portugal, consiguiendo una notable victoria en Ngoleme en 1644. Posteriormente, sufrió una grave derrota en Kavanga en la que perdió parte de sus archivos y a una hermana. Además, en 1648 una expedición portuguesa reconquistaba Luanda, expulsando a los holandeses y poniendo en serias dificultades a la reina.

Tras años de combates infructuosos, los portugueses se percataron de que Nzinga nunca aceptaría someterse a su dominio. El nuevo gobernador Salvador Correia buscó la firma de un tratado de paz en que se reconocía la soberanía del reino de Ndongo y Matamba, el cual fue firmado por el rey Pedro II el 24 de noviembre de 1657.

Finalmente, la reina Nzinga, o doña Ana de Sousa, pudo alcanzar su anhelada paz. Sus últimos años los dedicó a fortalecer sus reinos, intentando sanar las heridas de décadas de guerras. Falleció en 1663 a la nada desdeñable edad de 82 años. Aunque sus reinos serían tiempo después incorporados a la colonia de Angola, su legado aún vive, recordando a los angoleños que hubo una vez una reina orgullosa que no quiso postrarse ante el colonizador.

Para saber más

Pedro Páez y las fuentes del Nilo (Podcast 3 de “La Biblioteca de Tombuctú” – TDHT)

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Este artículo ha sido elaborado para la sección La Biblioteca de Tombuctú del programa de radio Tras las Huellas del Tiempo. Puede escuchar el podcast aquí:

Los siglos XVI y XVII supusieron la edad dorada de la Monarquía Hispánica, aquel vastísimo imperio en que, según la frase del propio Felipe II no se ponía el sol. Cientos de aventureros peninsulares recorrieron tierras y mares ayudando a consolidar tan gigantesco imperio, buscando su propia fortuna o para evangelizar a los pueblos que se encontraban en lo que ellos creían que era la verdadera fe: el catolicismo. Algunos de estos personajes son de sobra conocidos (Cortés, Pizarro, Balboa, etc.), mientras que otros, a pesar de haber logrado gestas igualmente importantes o incluso más, han caído injustamente en el olvido. Uno de estos personajes olvidados por la historia es Pedro Páez Xaramillo (1564-1622), un jesuita español cuyas aventuras empiezan a ser hoy conocidas.

Nacido cerca de Madrid, en un pueblecito llamado Olmeda de las Cebollas -hoy de las Fuentes-, Pedro Páez ingresó muy joven en los jesuitas.  Tras realizar sus estudios teológicos en Coimbra, mostró gran interés por ayudar a la Compañía de Jesús en su tarea evangelizadora, por lo que fue enviado en 1585 como misionero a Goa, en la India.

Viajes de Pedro Páez

Una vez allí, y tras ser consagrado sacerdote, se le encomendó partir junto con el afamado padre Antonio de Montserrat a Etiopía, donde las misiones jesuitas se encontraban en un estado deplorable. En 1589 partieron de la India a Etiopía, aunque el mercader que los transportaba los traicionó, entregándolos a los musulmanes cuando estaban en el puerto de Dhuffa o Dhofar. Pasaron siete años de cautiverio durante los cuales atravesaron desiertos tan duros como el de Hadramaut o Rub al-Jali, aunque también fue el primer europeo que probó una bebida de color negro que era muy popular en Yemen: el café.

Finalmente, fueron rescatados por su orden en 1595, retornando a Goa. Allí falleció Antonio de Montserrat de las consecuencias del cautiverio, mientras que Pedro Páez, aunque sobrevivió, todavía necesito varios años de recuperación.

Pedro Páez (1564-1622)

Retrato de Páez en Loyola. Fuente: Wikipedia.

En 1603 arriba por fin al puerto de Massawa, en la costa etíope (hoy Eritrea). Una vez que se reúne con el superior de los jesuitas, João Gabriel, se dirige a la misión de Fremona, en el Tigray. Así comienza la penosa tarea de reorganizar la misión, muy debilitada por años de dejadez y aislamiento, y compuesta sobre todo por los descendientes de los portugueses que habían ayudado al imperio cristiano etíope en su lucha contra los musulmanes unas décadas antes. La situación para los católicos era complicada, ya que se enfrentaban a la hostilidad de una población mayoritariamente ortodoxa. Pedro se interesa por las lenguas locales: no tarda en aprender la lengua principal del país, el amhárico, y también el ge’ez, el latín etíope, lo que le permite leer las crónicas históricas que caen en sus manos.

Pedro Páez es descrito como una persona prudente, inteligente y con una capacidad de persuasión más que notable. Cuando el emperador de Etiopía, Za Dengel, le convoca a su corte, queda tan fascinado por la figura de Páez que no tarda en convertirse al catolicismo. Prudente como siempre, el jesuita español le aconseja que no haga pública su conversión para no generar malestar entre su pueblo.

Za Dengel fallece en 1604 y, tras el breve interregno de Yaqob, fue sucedido por Susenyos, quien hereda a Páez como gran consejero. La amistad entre ambos hizo que el emperador le regalase una gran porción de terreno en la península de Gorgora, en el lago Tana, donde el jesuita construyó la nueva sede de la orden, que contaba con habitaciones para el rey y una gran iglesia de impronta hispánica. La primera piedra de la construcción se puso el 16 de enero de 1621.

Ruinas de Gorgora 1

Restos de la iglesia de Nova Gorgora. Al fondo, el lago Tana. Fuente: Azazo Project.

El mayor éxito de Páez se produjo en 1622, cuando Susenyos se convirtió oficialmente al catolicismo. En aquel momento se cree que había en el país unos 100.000 católicos, en gran medida gracias a su buen hacer y a su ejemplo. Pero el jesuita no pudo completar su misión, ya que falleció el 25 de mayo de ese mismo año. Su legado pronto se desvanecería, ya que el país se sumió en una cruenta guerra civil entre católicos y ortodoxos, de la que salieron vencedores estos últimos.

Pedro Páez es recordado por su magna obra la Historia de Etiopía, que escribió en portugués y sólo en fechas recientes se ha traducido al español. En ella, con un estilo impecable si tenemos en cuenta que se escribió en el siglo XVII, ofrece abundantes datos históricos obtenidos de sus lecturas de las fuentes originales, y descripciones de lugares que conoció: no en vano, fue él, un siglo antes del escocés Bruce, el primer europeo que vio las fuentes del Nilo Azul cerca del lago Tana.

Para saber más

La reina Mentewab o el poder femenino en la Etiopía gondarina del XVIII

La Reina Mentewab en la iglesia de Nerga Sellasie

Madonna de la iglesia de Narga Selassie. A sus pies vemos a la reina Mentewab.

La Era Gondarina denomina al período de tiempo en que Etiopía era gobernada desde la ciudad imperial de Gondar, poniendo fin a varios siglos en que los emperadores, salvo cortos períodos de tiempo, viajaban por todo el país viviendo en campamentos de hasta 10.000 habitantes que, cuando agotaban los recursos de la zona, se desmontaban para buscar un nuevo lugar de establecimiento. La fundación de Gondar en 1635 por el emperador Fasiladas supuso, pues, un hito histórico pero también artístico, ya que la nueva ciudad capital desarrolló tanto en la arquitectura como en el resto de artes un estilo propio, el gondarino, que pocas veces en la dilatada historia etíope ha sido tan rico y genuino. Se trata de un periodo histórico en el que el poder imperial, a pesar del aislamiento del país, era fuerte y centralizado.

Castillo de Mentewab, Gondar

Palacio de Mentewab en el Fasil Ghebi de Gondar.

El núcleo de la ciudad era el Fasil Ghebi, el recinto palaciego, compuesto por varios castillos fruto de la febril actividad constructora de los emperadores sucesores de Fasiladas; no en vano, cada uno de ellos dejará su impronta personal al construir su propio castillo-residencia. Alrededor del recinto real se arracimaban desordenadamente las casas de los notables y del pueblo llano, existiendo una gran explanada que hacía las veces de mercado.

Una vez que hemos contextualizado brevemente la Era Gondarina, pasemos a hablar de una de las figuras femeninas más apasionantes de la historia etíope: la reina Mentewab.

Tradicionalmente se considera que Mentewab (?????), cuyo nombre de bautismo fue Welete Giyorgis (hija de Jorge) nació en la provincia de Qwara, entre el lago Tana y Sudán, hacia el año 1706. Probablemente uno de sus abuelos fuese un portugués de los que se asentaron a partir del estrechamiento de lazos lusoetíopes que se produjo a partir del siglo XVI, cuando un contingente de soldados lusos llegó al país para ayudar en la lucha contra el yihad de Ahmad Grañ. Pertenecía a la alta nobleza local, siendo su padre el Dejazmach (????? däjazma?, general de la puerta) Manbare de Dembiya, y su madre la Woizero (???? wäyzäro, dama) Yenkoy, descendiente del emperador Menas.

En aquella época gobernaba el emperador Bakaffa, a quien le gustaba escapar de palacio disfrazado para conocer de primera mano las injusticias que se producían en su reino. La tradición folclórica etíope dice que fue en una de esas escapadas cuando conoció a Mentewab, cuya belleza le deslumbró a tal punto que exclamó Min tiwab! (¡qué belleza!, en amhárico) al verla por primera vez. Tras el flechazo, se casaron el 6 de septiembre de 1722, si bien Mentewab era la segunda mujer del emperador. Justo después del banquete nupcial, la primera mujer de Bakaffa murió en extrañas circunstancias, probablemente envenenada. De su unión con el emperador nacería el futuro emperador Iyasus II.

Mentewab

La reina Mentewab en un manuscrito de la época.

El ascenso al poder

La muerte de su marido en 1730 supuso el comienzo del ascenso de Mentewab a las cotas más altas de poder. Tras tomar como amante a un sobrino de Bakaffa mucho más joven que ella, Melmel Iyasu, maniobró con inteligencia para hacerse coronar como corregente, compartiendo el trono con su hijo Iyasu II. Nunca antes en la historia etíope una mujer había logrado concentrar tanto poder en sus manos.

El reinado de Iyasu II supuso el comienzo del declive de la dinastía gondarina. De un modo similar a lo que hicieron los llamados Austrias menores españoles (Felipe III y Felipe IV), el rey dejó en manos de su madre el gobierno del país mientras él se deleitaba con toda clase de placeres mundanos. La reina cometió el tremendo error de descentralizar el poder imperial en manos de la nobleza que controlaba las diferentes regiones del imperio, reduciendo de manera considerable los ingresos del tesoro.

En un claro ejemplo de insensatez, el propio emperador decidió conquistar en 1738 el sultanato vecino de Sennar; sin embargo, la campaña terminó en desastre cuando sus tropas fueron derrotadas en la batalla del río Dindar. El Imperio tuvo que compensar a Sennar con el pago de 8.000 onzas de oro, un nuevo golpe a las arcas del tesoro.

El ocaso de la reina hermosa

Los problemas surgieron a la muerte de su hijo en 1755. Las intenciones de Mentewab de mantener su poder como reina chocaron con las ambiciones de la viuda de Iyasu II, Wubit, quien quería ser corregente de su propio hijo, Iyoas I. Ambas reinas comenzaron a congregar a sus apoyos: en el caso de Mentewab, la provincia de Qwara, gobernada por sus parientes, le brindó su fuerza militar; mientras tanto, Wubit contaba con la estimable fuerza de los oromos de Yejju, su tierra natal.

En un arrebato de sensatez, Mentewab quiso evitar la guerra buscando la mediación del poderoso ras Mikael Sehul, un noble de la región del Tigray, a quien anteriormente había entregado como esposa a una de sus hijas, Aster. Al llegar a Gondar, Mikael y su ejército de 26.000 hombres fueron recibidos por la reina, si bien éste no tardó mucho en traicionarla: tras hacerse hábilmente con el poder, estranguló con sus propias manos al rey Iyoas el 9 de mayo de 1769. El hecho de que un noble local acabase con la vida de un emperador e impusiese su poder marcó el final del período gondarino e inició la época llamada Zemana Mesafint, la era de los príncipes, conocida por la debilidad del poder imperial frente a los señores locales, y que duró hasta el ascenso al trono del emperador Tewodros II (1855-1868).

El asesinato de su nieto fue demasiado para la reina que, desconsolada y arrepentida de las consecuencias de su ambición, lo enterró en su querido monasterio de Qwesqwam. Aunque nadie se lo impedía, ella misma renunció a volver a Gondar, permaneciendo encerrada en Qwesqwam hasta su muerte el 27 de junio de 1773.

Su legado: una ingente labor constructora

Al igual que los anteriores monarcas gondarinos, Mentewab contruyó su propio palacio en el espectacular recinto del Fasil Ghebi, además de una sala de banquetes. A las afueras de la capital, en las colinas al noroeste, fundó un monasterio en honor a la Virgen María que recibió el nombre de Qwesqwam. El nombre del cenobio recuerda a la aldea egipcia de Qusqam, donde la tradición copta asevera que un ídolo de cobre adorado por sus habitantes cayó roto en mil pedazos al pasar por su lado la Sagrada Familia, que en ese momento huía de Herodes. Al lado del monasterio la reina construyó un refinado palacio de estilo gondarino, el cual fue su residencia favorita.

Palacio de Qwesqwam

El complejo monástico y palaciego de Qwesqwam según Monti della Corte (I castelli di Gondar, 1938)

Otro hermoso ejemplo del patrocinio constructivo de la reina lo encontramos en la iglesia de Narga Selassie (Descanso de la Trinidad), en la isla de Dek del lago Tana. Construida en planta circular, conserva bellas pinturas de estilo gondarino. El techo y las puertas se elaboraron con la madera de un sicomoro que ocupaba el lugar anteriormente.

Iglesia de Narga Selassie

Iglesia de Narga Selassie, construida por orden de la reina.

Participación en la 19th International Conference of Ethiopian Studies de Varsovia (24-28 de agosto de 2015)

Web ICES

A pesar de que ya era un hecho conocido desde hace algún tiempo, queremos hacer pública nuestra asistencia a la 19th ICES (International Conference of Ethiopian Studies), la cual se celebrará en Varsovia del 24 al 28 de agosto. El programa completo del evento científico puede consultarse íntegro aquí.

Las dos comunicaciones que presentamos son las siguientes:

1. “De como Dom Christovão deu a primeyra batalha a el Rey de Zeila, na qual o mouro foi vencido e ferido”. Islam and Muslims in Ethiopia through the Portuguese Expeditionaries eyes (1541-1543). Por Mario Lozano Alonso (ULE). Incluida en el Panel General 14, su lectura pública se realizará el martes, 25 de agosto (sin hora concreta aún). En ella planteamos mostrar cómo percibían los portugueses a los musulmanes etíopes –mouros– durante su intervención en la guerra contra Ahmad Grañ (1541-43), estableciendo puntos de comparación con la percepción del musulmán como enemigo heredada tras los siglos de la Reconquista Ibérica.

2. “Proyecto Birana”. An initiative to digitalize Ethiopian manuscript collections in Spain. Por Mario Lozano Alonso (ULE). Incluida en el Panel General 12, se expondrá el viernes, 28 de agosto (queda pendiente la confirmación de la hora). La comunicación servirá para dar cuenta de los avances y objetivos del Proyecto Birana, que busca digitalizar el fondo de manuscritos etíopes albergados en el Instituto Bíblico y Oriental de León y en varios fondos privados.

Pasado un tiempo, la organización requerirá a los participantes que entreguen sus correspondientes artículos ajustados a un formato de publicación científica para su publicación. Una vez que se haya hecho esto, la publicaremos aquí o en nuestro perfil de Academia.edu.

Vídeo de la conferencia «Los orígenes del cristianismo en Etiopía» – Valladolid, 13-IV-2015

Mario Lozano Alonso - Conferencia del 13-04-2015Ya está disponible en nuestra videoteca el vídeo completo de la conferencia que Mario Lozano Alonso, profesor de etiópico clásico en el IBO y el CEPOAT, impartió en Valladolid sobre el desarrollo de los primeros siglos del cristianismo etíope.

Al comenzar su disertación, Lozano realizó un breve acercamiento al reino de Aksum para ubicar en el tiempo y el espacio al público asistente. Acto seguido, explicó las motivaciones tanto políticas como religiosas que animaron al rey Ezana a convertir al cristianismo en la religión oficial de su imperio en el 330, antes incluso que en Roma.

Asimismo, se dieron las claves del proceso de evangelización que se desarrolla durante los siglos V y VI para, a través del monacato, afianzar la religión cristiana en la región. Dicho proceso fue llevado a cabo por monjes y sacerdotes procedentes del Imperio Romano de Oriente (Siria y Egipto, principalmente).

Por último, se analizó someramente la época de la dinastía Zagwe, cushita, la cual empleó sabiamente al cristianismo como medio para justificar su acceso y permanencia en el poder.

«Ser Historia» dedica un programa a Pedro Páez, el descubridor de las fuentes del Nilo Azul

Pedro Páez

En la madrugada del pasado sábado, 8 de febrero, el veterano historiador Nacho Ares entrevistó en «Ser Historia» (Cadena Ser) al alcalde de la población madrileña de Olmeda de las Fuentes, Miguel Ángel Alonso Julia, para hablar de una figura poco conocida entre los españoles: Pedro Páez Xaramillo (1564-1622).

Más conocido por la versión portuguesa de su nombre, Pero Pais, Páez fue el primer europeo en avistar las fuentes del Nilo Azul (Abbay) en , además de lograr la conversión del emperador Susenyos al catolicismo, y de escribir la Historia de Etiopía, una obra clave para la comprensión de la Etiopía del siglo XVII.

Próximamente publicaremos una entrada dedicada a Pedro Páez, pero, entretanto, os recomendamos la escucha de esta interesante entrevista.

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Podcast del programa «Ser Historia» dedicado a Etiopía (28-12-2014)

Portada

El programa Ser Historia de la madrugada del 28 de diciembre tuvo a Etiopía como tema principal. En algo menos de quince minutos, Mario Lozano Alonso, profesor de Etiópico Clásico en el IBO, y Nacho Ares, director del programa, departieron sobre la importancia histórica de una cultura con más de 2.500 años de antigüedad. El breve y ameno recorrido por la Historia etíope comenzó con las primeras culturas sabaicas, pasando por el reino de Aksum, los monarcas Zagwe y Salomónidas, para acabar con una breve mención al rastafarismo, el Arca de la Alianza y la leyenda de la Reina de Saba.

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El audio completo del programa se puede descargar del siguiente enlace:

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