El pasado 8 de julio la UNESCO incluía la arquitectura modernista de Asmara, la capital eritrea, en su prestigioso listado de lugares Patrimonio de la Humanidad. Considerado el mayor conjunto modernista de África, todos los edificios incluidos fueron construidos en la etapa en que la ciudad fue el corazón de la colonia italiana de Eritrea.

Modelos italianos

Los diferentes estilos arquitectónicos que encontramos en la ciudad abarcan desde el futurismo hasta el racionalismo, pasando por estilos historicistas, art decó o fascistas, modelos todos ellos importados de Italia. A comienzos del siglo XX el país transalpino enriquecía su ya riquísima tradición arquitectónica con el desarrollo de las tendencias modernistas, las cuales empleaban materiales novedosos como el hormigón reforzado, el acero y el cristal, y suponían una ruptura con los estilos antaño dominantes como el Beaux Arts o el neoclasicismo. El modernismo y sus subestilos dominaron el panorama arquitectónico europeo durante el primer tercio del siglo XX, y no pasarían de moda hasta después de la II Guerra Mundial.

Estación de tren de Asmara en 1938. Fuente: Wikimedia.

Los nuevos estilos modernistas no tardarán en llegar a la colonia eritrea. El fascismo italiano invirtió grandes sumas de dinero en planes de colonización en sus territorios africanos -Libia, Eritrea y Somalia- y, en especial, en la capital eritrea, Asmara. De esta manera, en 1939 se contalizaban unos 75.000 italianos residiendo en la colonia, cuya capital era conocida como la «pequeña Roma». Por aquel entonces, Asmara era una próspera ciudad con una incipiente industria que crecía gracias a su conexión ferroviaria con Massawa, y en la que los nuevos estilos arquitectónicos de sus flamantes edificios evidenciaban su dinamismo y prosperidad.

Sin embargo, conviene denotar que la mayor parte del centro urbano no estaba pensado para los nativos, a quienes los italianos reservaron los barrios de Arbate Asmera y AbbaShawel. En estas barriadas, verdaderos asentamientos informales sin ningún tipo de planificación, los indígenas podían construir sus edificios conforme a sus propias tradiciones, si bien no contaban con servicios básicos como luz eléctrica o alcantarillado. Sin embargo, algunos espacios del centro les estaban expresamente reservados, como la mezquita aljama, construida para impresionar a los musulmanes locales con una mezcla de tradiciones arquitectónicas musulmanas y modernistas, la iglesia ortodoxa de Enda Maryam o la gran avenida del mercado, cuyo espacio central se cubrió hace unos años.

Mezquita aljama de Asmara. Fuente: Wikimedia.

Aunque la ciudad ha crecido mucho desde la dominación italiana, si comparamos el plano de la ciudad trazado en 1929 con una fotografía de satélite actual, veremos que el trazado de las principales calles del centro sigue siendo el mismo que el ideado por los urbanistas italianos. Por ejemplo, el eje principal de la ciudad es la avenida Harnet, en la que se siguen concentrando los principales edificios como en los tiempos en que se llamaba Viale Mussolini.

Evolución de Asmara

En total, la UNESCO ha decidido proteger cerca de 4300 edificios históricos dentro de un área de 480 hectáreas. Para su desarrollo se ha pergeñado un ambicioso plan de recuperación de la ciudad, que incluye el establecimiento de normas y regulaciones de protección, restauración de edificios y formación de técnicos y artesanos locales que puedan en el futuro ocuparse de la preservación del casco urbano. Pasemos ahora a conocer algunos de los principales edificios de la ciudad, los cuales se pueden localizar en el mapa ubicado al final del artículo.

El futurista Fiat Tagliero. Fuente: Wikimedia.

1 – Fiat Tagliero

El más célebre de los edificios de la ciudad es el Fiat Tagliero, una estación de servicio construida por el arquitecto Giuseppe Pettazi en 1938, cuyo principal rasgo son sus atrevidos voladizos de hormigón reforzado de 15 metros, los cuales le dan aspecto de avión. El centro de la estructura lo compone una torre que alberga las oficinas y los dispensadores de gasolina. La leyenda dice que Pettazi amenazó a los constructores a punta de pistola para que no pusiesen pilares adicionales para sostener sus alas, como exigía el ayuntamiento. En 2003 fue restaurado, si bien su estructura se conservaba razonablemente bien. Es considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura futurista italiana.

Vista de la iglesia de la Nuestra Señora del Rosario. Fuente: Wikimedia.

2 – Iglesia de Nuestra Señora del Rosario («la catedral»)

Construida en estilo neorrománico, esta espectacular iglesia asmarina pasaría desapercibida en cualquier pueblo lombardo, mientras que en el Altiplano Eritreo llama poderosamente la atención por lo inesperado. Edificada en 1923, suele ser conocida erróneamente como la catedral de Asmara, confusión explicable por su gran tamaño y su ubicación céntrica. Originalmente la iglesia daba servicio a la abundante población italiana de la ciudad -sólo en Asmara residían 53.000 en 1939-, la cual seguía el rito católico latino; sin embargo, tras la guerra muchos italianos abandonaron el país, lo que motivó que en adelante ofreciese servicios en el rito católico ge’ez. En realidad, la catedral de Asmara es la iglesia de Kidane Mehret, sede de la archieparquía católica.

Fachada del Cinema Impero. Fuente: Wikimedia.

3 – Cinema Impero

Joya del art déco eritreo, este edificio construido en 1937 como sala de cine homenajea la conquista de Etiopía por Mussolini, tras la cual se proclamó el imperio italiano. Diseñado por Mario Messina, aún hoy funciona como cine, sin que se hayan producido alteraciones sustanciales en su estructura.

Vista del palacio presidencia de Asmara. Fuente: Wikimedia.

4 – Palacio del gobernador

Hoy residencia del presidente eritreo, este edificio neoclásico fue concebido como palacio del gobernador de la colonia italiana de Eritrea. Rodeada por un vasto jardín que dificulta su visionado desde la calle, su ubicación en el centro de la ciudad ha contribuido a convertirlo en uno de sus edificios icónicos. Conviene pedir permiso a la guardia antes de fotografiarlo.

 

Vista del edificio, actual sede del Gobierno Regional. Fuente: Wikimedia.

5 – Antiguo ayuntamiento de Asmara

Construido como ayuntamiento, las actuales oficinas del gobierno regional de Maakel (Centro) son uno de los mejores exponentes de la arquitectura fascista de la ciudad. La torre central, decorada con un panel de azulejos verdes, en su día ostentó varias fasces, el emblema del Partido Nacional Fascista.

Catedral ortodoxa de Enda Maryam. Fuente: Wikimedia

6. Catedral de Enda Maryam

La primera catedral ortodoxa tewahedo de Enda Maryam se edificó en 1920, siendo diseñada por Ernesto Gallo. En 1938 se mejoró notable su arquitectura, la cual rinde homenaje a la arquitectura tradicional, ya que las bandas horizontales de la fachada imitan la combinación de bandas de madera y piedra sin escuadrar propias de la arquitectura aksumita.

Interior de la ópera de Asmara 1

Interior de la Ópera de Asmara. Fuente: Wikimedia.

7. Ópera de Asmara

Ubicada en una colina, a la Ópera de Asmara se accede por una pequeña escalera de gala que aumenta la sensación de estar entrando en un espacio único. Diseñada por Odoardo Cavagnari en 1918 y ampliada en 1936, mezcla estilos como el neorrománico y el neoclasicismo, mientras la cubierta de su bonito auditorio muestran pinturas de estilo art nouveau.  El edificio es hoy propiedad del gobierno eritreo y, por desgracia, no suelen organizarse representaciones en su interior.

Más que edificios

Pero Asmara es mucho más que sus flamantes edificios modernistas. Los más de cuarenta años de gobierno italiano han dejado su huella también en las costumbres de los asmarinos, quienes comen pasta junto a las delicias eritreas tradicionales, frecuentan los viejos cines y teatros, y se deleitan tomando café espresso o quedando con los amigos en los numerosos locales de nombre italiano (Capri, Pasticceria Moderna, Pizza Napoli, etc.) que aún quedan en el centro. Sin duda, todo este encantador conjunto justifica con creces su declaración como Patrimonio de la Humanidad y, por qué no, una visita a la capital eritrea.